martes, 30 de septiembre de 2008

La fuerza del destino

Si váis leyendo toda la historia, desde el principio, podréis caer en la cuenta, como también yo he caído releyéndola, de que existe un destino. Yo no creía antes en eso, pero no he tenido más remedio que aceptar, que existe algo que tan pronto te pone las cosas en el camino como te las quita. ¿ Por qué?. Pues obviamente porque, en mi caso, tenía otra cosa para mí, lo que tengo ahora: mi propia familia, una vida tranquila en mi pueblo, en el que ahora me encuentro muy a gusto, una plaza de funcionaria que me da mayor seguridad y que me permite seguir dedicando tiempo a mi pasión por la música. Desde luego que seguro que no terminará todo aquí. Y en cuanto a la música, no sé a dónde me llevará el destino. Puedo decir que a veces he estado a punto de mandarlo todo al cuerno, pero entonces justo en ese momento, me sale alguna actuación, algún compromiso que me hace “subirme al carro de nuevo”. Y ya no pierdo el tiempo en averiguar por qué las cosas suceden así; simplemente suceden y las vivo. Sólo al final de nuestros días, con un poco de suerte, podremos sacar algunas conclusiones. Pero es inútil buscar la respuesta en el momento.
Tocando fondo fue como regresé a mi lugar de origen, Cieza. Volver a empezar no fue fácil. No puedo decir que tuviera verdaderas amigas, las que circunstancialmente tenía al irme a Albacete, también vivían fuera o tenían pareja. No tenía trabajo ni la libertad de movimiento que había tenido. Volvía a vivir con mis padres viniendo de la independencia, a una edad en la que debería ser independiente. De música, ni hablamos. Yo, era una chica de unos 26, 27 años, que a mi entender, y para los esfuerzos que había hecho en tantas cosas, no cumplía ninguna expectativa. Fué una situación frustrante que duró algo más de un año. Pero el destino volvió a acordarse de mí y después de tenerme como en un paréntesis, empezó a darme “movimiento”. Así puso en mi camino a un chico de Cieza, que no había visto en mi vida, que no pertenecía a mi generación, ni tenía relación con música o espectáculo. El sí sabía quien era yo, aunque ya no cantaba cuando nos conocimos. Era muy tímido y me decía que si alguna vez volvía a cantar, no sabía si llevaría bien lo de salir con una chica conocida. Pero dice el refrán, que “ si naciste para martillo del cielo te caen los clavos”. Así que la TV. Local, me pidió que cantase para la grabación del programa de fin de año, en un aula cultural. Fue entonces cuando me escuchó el responsable del aula, contratándome para una actuación con Caja Murcia. Juanma, el chico de quien hablaba, que ahora es mi marido, me animó a seguir cantando pues , a su juicio, lo hacía bien y no le avergonzaba para nada. Mas tarde me llevaría a conocer locales en Murcia como “La Puerta Falsa”, en los que actué. También me animó a presentarme a un certamen regional , que el Ayuntamiento de Ceutí organizaba por 1ª vez, “CANTIGAS DE MAYO”. Daban como premio la posibilidad de grabar un disco a siete seleccionados; y ahí estuve yo, siendo la única mujer del disco, del que el diario “LA OPINIÖN” repartió 25.000 copias, creo… Por aquel certamen, se creó la Asociación de Cantautores de la Región de Murcia, de la que junto a compañeros inolvidables como Jesús Cutillas, Pedro Rosique o Francisco José Tomás, entre otros, fui miembro fundador, compartiendo con ellos actividades culturales y buenos momentos…
Y así he seguido haciendo cosas hasta el día de hoy, en el que me encuentro celebrando mis 25 años de trayectoria musical, cantando y viviendo nuevas aventuras que espero seguir compartiendo con vosotros, si el destino me lo permite. Y es que el destino…existe , aunque no sepamos qué nos depara.

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